El Viaducto sobre el río Miño es un viaducto hormigón pretensado construido mediante autocimbra en 10 fases. La longitud del viaducto es de 440 m, con una distribución de vanos de 42 – 2×52 – 63 – 74 – 63 -52 – 42, planta recta con una curva final de 600 m de radio y pendiente variable. La anchura total del tablero es de 25,0 m.
La sección transversal está constituida por un único cajón monocecular de almas verticales separadas 8,0 m entre sí y con canto constante de 2.50 m. Los voladizos de 7.80 m se ejecutan en una segunda fase mediante carros de alas y se apoyan sobre jabalcones de hormigón armado de longitud constante prefabricados en obra, separados 2 m entre sí.
Para poder cumplir la condición de situar como máximo dos apoyos en el lecho del río Miño y simultáneamente permitir la construcción mediante autocimbra, se diseñaron en el cauce dos pilas en Y, que además constituyen unos elementos singulares que individualizan el puente.
Los brazos de estas pilas, que se abren 22 m entre sus extremos, se ejecutaron mediante dovelas prefabricadas en obra, y sobre ellos se dispusieron tirantes de hormigón pretensado también prefabricados en obra.